viernes, 29 de junio de 2012

ENTRE VINOS Y AGUARDIENTE



ENTRE VINOS Y AGUARDIENTE

de Jose Giglio Varas

El fragmento de una canción popular dice a la letra:
Yo quiero que a mí me entierren
como a mis antepasados,
yo quiero que a mí me entierren
como a mis antepasados,
en el vientre oscuro y fresco
de una vasija de barro,
en el vientre oscuro y fresco
de una vasija de barro...

Si realmente queremos aprender las lecciones del pasado, tenemos que revisar nuestra historia, así, con criterio analítico, corregiremos nuestros defectos y nos podemos proyectar hacia el futuro.
Hay que reflexionar sobre nuestra historia para alimentar al presente y si bien somos herederos de un holocausto, o calvario me atrevería a llamarle, hoy queremos certificar que con orgullo la historia de nuestra Tacna está envuelta en gloria perdurable.
Con mucha propiedad, estamos seguros, que cuando pregunten por nuestra Tacna Heroica, en diferentes escenarios, nos explicarán el tema central del cautiverio incluyendo el advenimiento de la fatídica guerra de 1879 y el estigma de llevar a cuestas 50 años de sufrimientos en una sucesión de hechos, en los que sus hijos ponen a prueba todo su valor teniendo al frente a la propia muerte.
Queremos reflexionar un tema, que de seguro, tiene como propósito destacar el inmenso caudal que con responsabilidad y objetividad nos aleja de las páginas sangrientas del repase y ocupación.
Para mejor entender del mensaje que pretendemos, dividamos la historia de Tacna en tres grandes capítulos, a saber:
El primero.- Desde que transitó por estos lares el hombre de Toquepala, o sea desde sus inicios de hace mas de 10,000 años a. C., pasando por el Señorío de los Lupacas en la época incaica, los Kollas como región tahuantinsuyana, el proceso de evangelización con la llegada de los españoles, la época emancipadora con el grito de Zela, la época republicana y el fatídico 5 de abril de 1879.
El segundo capítulo.- La guerra, la ocupación, el cautiverio, la pérdida de Iquique y Tarapacá con el tratado de Ancón, la pérdida de Arica con el Tratado de 1929 hasta la entrega el 28 de Agosto del mismo año.
Y el tercer capítulo.- desde la reincorporación hasta nuestros días.
Hoy transitaremos por el primero de los tres capítulos, aunque los otros dos son terriblemente apasionantes, y nos permitirán hacer algunas reflexiones.
Capitulo de gloria, antes de 1879 la época de las vacas gordas, la época más floreciente, gran bonanza económica, ¿ porqué el presidente Rufino Echenique en 1851 inicia los trabajos y en 1854 inaugura el FFCC Arica Tacna primera etapa y se dispone los estudios para la segunda etapa de Tacna a La Paz? ,Sencillamente por la importancia de esta gran región del sur del Perú 
¿Porqué cuando nos visitó el sabio italiano Antonio Raymondi en el año 1864 afirmó que Tacna se semejaba a cualquier desarrollada ciudad europea de la época y que no teníamos nada que envidiar en infraestructura y servicios a grandes ciudades capital de otros continentes?
Recordemos que antes de 1879 Tacna y especialmente el Perú no limitaba al sur con Chile.
Pero el auge y desarrollo de esta gran región del sur peruano fue la que provocó la ambición del capitalismo inglés, por eso: la guerra con Chile o la guerra del guano y el salitre o la guerra del Pacífico como la llaman algunos historiadores peruanos y chilenos o con mayor propiedad La guerra de Chile contra el Perú y Bolivia como la llama el historiador Mariano Felipe Paz Soldán.
Pero Tacna a la cabeza de esta gran región del sur del Perú, con dos importantes puertos, Arica el comercial e Iquique el salitrero, como lo llamaban.
Mientras tanto los gobiernos de Perú y Bolivia suscribiendo tratados comprometedores y en su interior una sucesión de descuido y desorganización... el sur del perú se “rompía los lomos” como decían nuestras abuelitas,”... aquí se trabajaba duro, muy duro para ser la despensa económica para la patria...”, todo el producto de las minas de plata boliviana, el salitre, cobre, azufre, guano, comercio, industria, turismo, desarrollo artístico cultural, eran nuestra preocupación.
La paz social e interior de nuestro querido Perú siempre estaba amenazada, ya sea por golpes trasnochados e incluso asesinatos de presidentes en la misma puerta del senado, como el caso del presidente Pardo, pareciera que la responsabilidad para con nuestras tierras no tenía cabida en la geopolítica peruana, la situación de Perú era poco favorable para afrontar la planificación que Chile había comenzado a esbozar cuidadosamente para ocupar y apropiarse de nuestras riquezas.
La situación de Tacna, Arica, Tarapacá e Iquique antes de 1879 podríamos calificarla de feliz – incluyamos a Moquegua para nuestro trabajo -  incluso el historiador Mariano Felipe Paz Soldán que mencionamos hace instantes llegó a calificar a Tacna en aquella época como la segunda ciudad del Perú después de Lima en industria, turismo, comercio y cultura...  pero, contrastaba con la de nuestro país en general que se debatía en una serie de crisis económica, claro que a favor y de contexto internacional teníamos la interpretación del eslogan de nuestras riquezas naturales y especialmente en el extranjero cuando alguna persona, institución o acción era digna de destacar se decía con letras bien puestas: “Vale un Perú”, sin embargo... , caos social, caos político de grandes proporciones, así le dimos oportunidad a un país pequeño y pobre sin mayores recursos que optó por la vía de la conquista,... insistimos: “La guerra estaba cuidadosamente planificada”, mientras el Perú vivía y se estaba acostumbrando a vivir en base a un régimen de facultades extraordinarias, suspensión de garantías e incluso suspensión de la propia constitución con alternancia de gobiernos con dos cabezas o intentos de guerra civil.
Hoy, queremos emitir opinión con la proa perfectamente dirigida al mar de posibilidades, sabemos que estamos caminando sobre huellas.
En los últimos años los tacneños y los peruanos en general tenemos al Dr. Luis Cavagnaro Orellana que nos está entregando paso a paso y de tiempo en tiempo su monumental obra “Aportes para la historia de Tacna”, ya en su último quinto tomo ha llegado hasta la Emancipación ingresando a la etapa republicana y es tanta la dedicación y seriedad en la investigación histórica que nos atrevemos a declarar que Tacna guarda la génesis de lo que puede ser su futuro.
Estimado lector, que hermoso y grande es el pasado de Tacna, claro está, ubicándonos en el primer capítulo que hemos dividido para efectos de este documento.
El historiador ariqueño – peruano Rómulo Cúneo Vidal nos relata la formación de Tacneños desde remotos tiempos y la sabia distribución de las tierras de cultivo en pequeñas parcelas de agricultores, Don José Belisario Gómez acerca del coloniaje, Don Carlos Auza Arce nos trata graciosamente de “Camanchacos” y el arqueólogo Max Ule de Atacameños, es que la tierra tacneña fue siempre firme y vigorosa, Vicente Dagnino profundiza en el trato de Tacna y las vinculaciones económicas e históricas con el altiplano boliviano especialmente en su obra “El corregimiento de Arica”.
Es en esta zona donde se presentan las coordinaciones entre los movimientos de Tupac Amaru y Tupac Catari como insurrecciones indígenas.
Las vinculaciones históricas y económicas con el altiplano boliviano fueron de primer orden, imaginémonos miles de bocaminas arrojando plata y saliendo por Tacna rumbo a nuestro puerto de Arica y de allí a Europa en galeones, contribuyendo a levantar el movimiento comercial del Perú, vinos, aguardiente de uva y otros licores, incluyendo macerados de diversos frutos y productos, encurtidos, bayeta, casimires, talegas de cascarilla, coca, quesos, cigarros, reatas, cueros, harinas, pan, plata en barras, azogue, plata en polvo.
Con el arrieraje, además de las principales ciudades bolivianas, ya habíamos llegado a Salta, Jujuy y Tucumán. Algo mas de 5,000 mulas ( y antes de las mulas, caballos, yeguas, burros grandes, el transporte se hacía en lo que hoy llamamos “auquénidos sudamericanos”, alpacos, llamos, guanacos, en cantidad promedio de 16,000 totalmente equipados) transitando ida y vuelta entre el altiplano, Tacna y Arica.
Cultura, si, mucha cultura, teatro, títeres, marionetas, mimos, circos, conferencistas, grandes magos, zarzuelas, óperas, ballet, libros, pintores, compositores, grandes personajes de talla mundial, inventos, moda, exponentes de todas las artes eran comunes en forma sostenida y por varios siglos.
En 1769 contábamos con el mejor servicio del momento en el mundo, similar a Internet de hoy ¡Un administrador General de Correos de mar y tierra!, es por eso que en 1789 ya teníamos información fresca de La toma de la Bastilla y los efectos de la Revolución Francesa, que de seguro fueron los anuncios para el primer grito libertario de Zela con el tema de “Abajo la Monarquía”, el mismo que se plasma un 20 de Junio de 1811, diez años antes que lo hiciera San Martín en el resto del Perú.

En 1719 se instalan las cajas reales en Tacna, pero ya desde antes de 1586 producíamos olivo, trigo, vid y arboles frutales de diversas variedades, existía el comercio de esclavos negros y la elaboración de vinos y aguardiente de uva –o sea el pisco – eran de prestigio internacional por sus viñas, bodegas y lagares y los aportes a la “corona” no eran – como reza el dicho – “moco de pavo”.
Un manifiesto de aduana de 1628 de nuestro puerto ariqueño nos demuestra la magnitud de la actividad del sur del Perú, en todo el Perú ocupaban los primeros lugares el movimiento de botijas de vino, pasas negras, aguardientes, higos secos, cobre labrado de la Serena, hilo de acarreto, jarcia, calzado, badanas, cueros de Valparaíso y Concepción, miel de Quilca, pescado seco, jabones, joyas, zarzaparrilla, juergas, brea de Iquique, barcos llenos de guano, de azufre, entre otros.
A pesar de los constantes terremotos que prácticamente convivían con los tacneños y que cíclicamente azotaban nuestra zona, en Tacna y en todo el sur del Perú las iglesias y otros edificios se derrumbaban y se volvían a construir cuantas veces se presenten los temblores.
Mi maestro Nilo Rueda Valverde nos relata en sus escritos que Tacna era tan importante en el sur de América que el mismo libertador Simón Bolívar luego de redactar la Constitución Boliviana salió de Chuquisaca el 10 de Enero de 1826, arribó a la Paz y tomó el camino de Palca, Pachía e ingresó apoteósicamente a Tacna por la calle Alto de Lima donde los tacneños lo recibieron con mucho respeto, se le brindó alojamiento, se reunió con los representantes de las fuerzas vivas de la ciudad, explico su actitud de crear un nuevo país a pesar de la división territorial original del Alto Perú y continuó viaje a nuestro puerto de Arica y de allí a Lima.
El Mariscal Castilla en mas de una oportunidad vino a Tacna para rendir homenaje a la virgen del rosario, patrona de Tacna, de la cual era su ferviente devoto y siempre demostró su admiración y cariño por el pueblo de Tacna por su pujante desarrollo y la calidad de las gentes que vivían en este hermoso lugar, especialmente destacó los productos de esta tierra.
El presidente Don José de La Mar le otorga a Tacna el titulo de “Villa” el 19 de Enero de 1873, pero el mismo presidente La Mar el 26 de Mayo de 1828 promulga una Ley del Congreso donde le otorga a Tacna el título de Heroica Ciudad, claro está que el galardón le viene antes de la guerra.
El tema del Mariscal Santa Cruz merece un comentario especial, recordemos, un permanente enamorado de Tacna, su visión geopolítica y la percepción de la ubicación estratégica al parecer fue motivo para apostar por Tacna, para que esta ciudad ostente el privilegio histórico de haber sido la sede del Congreso de plenipotenciarios para dictar la Constitución de una nueva nación, la Confederación Perú Boliviana
Luego de varias visitas y estudios para la ubicación de nuestra ciudad, el Mariscal Santa Cruz arribó a Tacna en Enero de 1837 acompañado de una numerosa comitiva y el pueblo le organizó varias recepciones en su homenaje. Recordemos que por motivos políticos no se pudo realizar el sueño de la Confederación, pero en realidad Tacna hubiera sido la capital de esta nueva nación, Santa Cruz intentó anexar Tacna a Bolivia y al final expidió un Decreto en Abril de 1937 separando Tacna y Tarapacá de Moquegua y otorgándole el título de “Departamento Litoral del Estado Sur Peruano”.
La Tacna de hoy tiene que analizar su pasado, la guerra nos encuentra con inversionistas y colonias extranjeras, ingleses, alemanes, españoles, italianos, franceses, bolivianos, entre otros, una ciudad que ya tenía un FFCC de Arica a Tacna y que había realizado los estudios para ampliarlo a Bolivia por Decreto del 28 de Enero de 1869 firmado por el presidente José Balta, un pueblo que había tenido la responsabilidad de afrontar la epidemia de la fiebre amarilla, construir su propio hospital lazareto, construir su propio cementerio para el caso y superar semejante desgracia que diezmó la población en por lo menos 20 por ciento, una ciudad que ya tenía infraestructura de un teatro viejo llamado el Orfeón y otro nuevo llamado el teatro Municipal para afrontar el despegue cultural, comunidad con Beneficencia Pública desde 1849 para el servicio de sus pobladores, ciudad a lo grande con su Hospital San Ramón, con su iglesia mayor o catedral cuya construcción se inició antes de la guerra, en 1875. Esta heroica ciudad contaba con un Mercado de abastos digno de una gran ciudad, una plaza mayor o plaza grande con una hermosa fontana ornamental o pileta de bronce digna de una ciudad europea de la época, ciudad con cárcel pública, matadero o camal, famosa por tener agua potable, hipódromo, baños públicos modernísimos para le época, varias iglesias en distritos alejados incluyendo la del Espíritu Santo en el centro obsequiada por Mariano Ignacio Prado en retribución a que fue prefecto de Tacna antes de ser presidente de la República.
Los tacneños nos dimos el lujo de aprobar la construcción de la carretera Tacna La Paz y entregar la buena pro totalmente financiada el 11 de Enero de 1879 según contrato firmado por el honorable consejo provincial de Tacna con el distinguido constructor Don Carlos Basadre.
La mayoría de las viviendas de esta hermosa ciudad, incluyendo toda la provincia así como la de la de Tarata, eran construidas con buena madera, adobes, techos de estera, caña y revestidas con torta de barro o paja según su ubicación, techo tipo mojinete o dos aguas y algunas grandes y hermosas incluso de varios pisos.
La guerra truncó el progreso material de Tacna, incluso circulaban hasta tres diarios, uno de ellos con edición matinal y vespertina, fuera de periódicos y revistas de gran contenido cultural. Tenemos el suficiente sustento para asegurar que tenemos un gran futuro.

LOS SARMIENTOS DE UVA.

Seria temerario e irresponsable fijar una fecha exacta de la llegada de la primera cepa de vid a nuestras tierras tacneñas, peor aún su aclimatación, producción y comercialización, pero algunas referencias ayudarán para tener una idea de su presencia.
Dice Luis Cavagnaro en el II tomo Materiales para la Historia de Tacna al referirse a Ilabaya (pag. 71 y 72) :
... Algunos autores, confundiendo el documento relativo al establecimiento de la tasa con que debían tributar los indígenas ilabayanos con la población que establecía la encomienda han escrito que el “....24 de septiembre de 1549 quedó instituida la encomienda de Ilabaya mediante una notificación del Pacificador Pedro de la Gasca emitida en la ciudad de Lima (Los Reyes)...”otorgada en la persona de Hernán Rodríguez de San Juan, mas conocido como Hernán Rodríguez de Huelva.
Aunque es indudable que el beneficiado fue Rodríguez de San Juan,”...a quien lo encomendó el licenciado Pedro de la Gasca, gobernador que fue de estos reinos, por el término de dos vidas; es evidente que el documento de otorgamiento, que incrementa la relación de fuentes desaparecidas, fue extendido poco antes. En la citada provisión de 24 de setiembre de 1549 se menciona a los principales e indios del repartimiento de Ilabaya como “...vuestros sujetos, que al presente sois, (...) en el dicho repartimiento, que esta encomendado a vos el dicho Hernán Rodríguez de Guelba...”
Inicialmente la encomienda concedida debió incluir, además de Ilabaya, y locumba, la parte media y baja del valle de Sama. Los indios de este valle fueron de Juan de San Juan antes que el Marqués de Cañete los incorporara a la provincia de Chucuito. Asimismo debió comprender los altos de “...Candarave y Curibaya (que además de Sinto y Margarata alcanzaban el número de) doscientos noventa y nueve indios tributarios”
Poco se conoce de la biografía de Hernán Rodríguez de San Juan. Fue un “...Caballero hijodalgo, natural de Huelva en Andalucía, hijo legítimo de García Rodríguez y de doña Beatriz de la Fuente...”
Continúa Cavagnaro : Cúneo Vidal afirma que “...vino al Perú en 1540 y perteneció al número de los primeros conquistadores y pobladores de estos reinos”. El mismo, como testigo en la “Probanza de méritos y servicios de Francisco Noguerol de Ulloa, declara, en 21 de enero de 1555, que conoce a éste”...de doce a trece años a esta parte que este testigo a que está en este reino...”
Se sabe ya que en 1541”...había donado una crecida cantidad de pesos, que consumió el licenciado don Cristóbal de Vaca de Castro en reclutar, pagar y mantener gente para combatir a los parciales de Diego de Almagro, el Mozo”. Y se conoce que peleó al lado de La Gasca contra Gonzalo Pizarro, razón que ameritó la entrega de la encomienda.
Contrajo matrimonio “...en la ciudad de Los Reyes con doña Catalina de Castro y Mazuelos, natural de Yangas, hija de Gonzalo López de Mazuelos y de María Castro...”
Sintiendo próxima su muerte, o quizás en descargo de su alma, dejó a los indios de su encomienda de Sama,”...por una cláusula de su testamento (...) unas casas de su morada que tenía en el dicho repartimiento y un molino en dicho valle (Sama) y una viña (en Ilabaya) y una chacra de algodón muy buena y doscientas cabezas de ovejas de castilla y ocho cabezas de vacas y cien puercos y cabras...”
Don Carlos Basadre Izarnótegui escribió “Apuntes sobre la provincia de Tacna”, documento que fue publicado en 1862 y que el profesor Efraín Choque Alanoca lo analiza con mucha precisión en su libro “Impacto de la guerra con Chile en Tacna” volumen 1 “Tacna durante la preguerra”, es allí donde podremos comprobar el auge que trajeron a estos lares “los sarmientos de uva”.
Los fantásticos valles con sus respectivas cuencas, la de Locumba, la de Sama y la del Caplina, a pesar de lo escaso del agua eran la admiración de cuanto parroquiano surcaba estas tierras. En la parte concerniente al análisis de Choque Alanoca referente al valle de Locumba dice:
“...La vid constituía la principal riqueza del valle de Locumba. La producción vitivinícola que se desarrollaba intensamente, configuró un circuito mercantil que se ramificaba hasta el noroeste boliviano.
Un sistema de haciendas relativamente modernizado, se había instalado en la parte media (Cinto) y baja del valle. En la parte alta de dicho valle, regía la pequeña producción campesina...”

LAS CEPAS DE ANTAÑO

Definitivamente con la llegada del viejo mundo al nuevo continente el intercambio y la diversidad de productos originarios seguramente se iniciaron con la papa, pero por estos lares los Tácanas aportaron con la bondad de su tierra y el clima para el cultivo de cereales, hortalizas, menestras, flores y arboles frutales que venían de Europa y lo recogido en el trayecto.
El trigo, un producto que ingresó por la puerta grande y que muy pronto se distribuyó a otros lugares como semilla muy fértil con excelentes resultados industriales, se incorporó a la economía indígena instalándose molinos para harina en la mayoría de los principales valles, especialmente en el valle Tácana.

La base más importante de la industria en los valles de Azapa, Lluta, Tácana, Locumba y Moquegua, presumiblemente antes de 1550, fue la vid, inicialmente con la elaboración de vinos generosos que se comercializaban y se negociaban en el Alto Perú, el primer negocio anexo fue la compra de botijas para el traslado de los productos, además de los aportes para los encomenderos que eran bastante sustanciosos.
No necesariamente los productos de la vid eran los únicos, el auge de las importaciones y exportaciones de productos nuevos que se adaptaban en procesos experimentales tanto de uno como de otro continente.
Así como en el resto del Perú se instaló la industria del vidrio para el traslado de licores en damajuanas, en Tacna, todo lo relacionado con la elaboración del vino y aguardientes, además el sistema de arrieraje y muchas otras actividades industriales, comerciales, empresariales, culturales y de servicios eran de la partida.
Es lógico afirmar que toda la actividad tacneña, ariqueña, tarapaqueña e iquiqueña se convirtió en un apogeo comercial sin precedentes en el Perú de entonces, se refuerza la importancia de los puertos de Arica e Iquique, imaginemos, solo el arrieraje originaba compra venta de animales de carga por miles, el forraje, tambos, posadas, pascanas, herreros, transporte marítimo, nos referimos a una sola actividad, por ello Arica en 1570 fue galardonada por el Rey Felipe II elevándola al título de Ciudad con alcalde e incrementó la población. Entonces Arica se convierte en el puerto de mayor importancia en la parte occidental de América del Sur.
Son tan importantes las sepas, que el propio Pedro Pizarro testimonia lo siguiente :
Dice Luis Cavagnaro Orellana en sus Materiales para la historia de Tacna, tomo II
...” Pedro Pizarro a pesar de sus casi setenta años, no se resignaba a esperar serenamente su muerte.
Insaciable en sus ambiciones había sido denunciado por el Racionario Villarreal en 1570. Lo acusaba de ser un explotador de indígenas “...pues en una heredad que poseía en Tacna acogía numerosos fugitivos de otras haciendas, y a cambio de ofrecerles una reducida suerte de tierras de cultivo, les imponía la entrega de una elevada contribución de cestos de ají, sin dispensarles en ningún momento catequesis. Añade escandalizado el denunciante que cuando se le interrogaba a Pedro Pizarro por qué no cumplía con esta obligación, respondía que si los indios deseaban un doctrinero, le costeasen ellos su peculio...” continúa Cavagnaro:
Estando en Arequipa “...escribió ya cumplidos 56 años, su Relación del descubrimiento y conquista del Perú que terminó el 7 de febrero de 1571...” y con fecha 28 de marzo de 1572 “...hace entrega de su crónica a Dámasio salcedo... para que la llevase consigo a España y le entregue al suegro de Pizarro u otros parientes y éstos la presenten al Rey”. Una segunda copia del mismo pone en manos de Hernando Alvarez, el 25 de enero de 1575, “...para que la llevase consigo a España, en donde la depositará al cargo de (sus) familiares...”
Exagerando su situación, en ningún caso preocupante en “...1578 reclama porque el repartimiento de Tacna no le renta más de 3,000 pesos y tiene que sustentar a 10 vástagos. Pide también que se le prorrogue su encomienda en una vida más para su hijo Martín Pizarro”. Su petición fue atendida porque cuando el Virrey don Martín Enríquez envía al Rey de España la tasa elaborada en 1582 por Toledo, consta en ella que el “...repartimiento de Tacna (que) tiene y posee por dos vidas Pedro Pizarro...”
El mismo año 1578, hizo “...su información de servicios ante el corregidor de Arequipa García Gutiérrez de Escobar”
Aunque en”...veintisiete días del mes de octubre del año pasado del mil quinientos setenta y siete años...” hizo y otorgó su testamento cerrado y sellado ante escribano; hizo codicilo, en la misma ciudad, el 26 de enero de 1580. Finalmente, el 24 de marzo de 1586, en la misma ciudad  ante el escribano Antonio Herrera, otorga su último testamento. En él, a diferencia del anterior documento citado, se mencionan sus intereses en Tácana.
Asi deja “...el molino de Tácana y casas e solares a doña María Cornejo, mi mujer, para que ella haga su voluntad de ello”; se menciona “...una chácara que se llama Suilona, con un molino y (...) el pasto de Tacora...” que puede corresponder a la chacra que recibió en Sama, denominada Cuilona; y finalmente, “...una viñuela que está en Capanique...” que deja a su hijo Pedro.
Pizarro “...murió en Arequipa, en el mes de febrero de 1578, a los 72 años, y fue sepultado en el convento de La Merced.

 QUERIDAS TINAJAS

Cuando profundizamos nuestra investigación para efectos de “Entre vinos y aguardiente” sentimos una profunda curiosidad por saber el origen de nuestras tinajas, no necesariamente fueron traídas de España o de otro continente, sabemos que Europa, especialmente algunas ciudades vineras de España contaban con una especie de “tinajas” o algo parecido, pero, de la vieja Roma, cuando era imperio, existen tinajas en lo que fueron “Los viñedos de Pompei”.
El historiador ariqueño don Rómulo Cúneo Vidal, que a la sazón, es uno de los que ha escrito e investigado desde los orígenes y desarrollo de las tierras del sur del Perú, Iquique, Tarapacá, Arica y Tacna, con mucha autoridad y seriedad en el tema, nos manifiesta que antes de la llegada de los españoles, nos referimos a la época Inca y por que no a la pre Inca, en nuestra zona ya existían las “vasijas de barro” o “las tinajas”, que la diferencia esta en el tamaño o en el uso, pero el principio de almacenaje es el mismo.
Por lo menos se pueden comprobar testimonios de la elaboración de una especie de “chicha”, esto, en los albores de la Historia de América.
Actividades de ofrendas o festividades, aún más, celebraciones o acontecimientos religiosos o políticos de la época eran acompañados de la quinua en preparación, esta sagrada planta de grandes poderes alimenticios, oriunda de nuestros suelos, se producía en diferentes variedades, la negra, la blanca y la colorada, por lo tanto en las tinajas o vasijas de barro se desarrollaba el proceso de fermentación en cantidades suficientes para la concurrencia, esta suerte de chicha de colores distintos ha dejado restos y vestigios, incluso quedaba como residuo una especie de pasta de quinua que se vendía especialmente en el Alto Perú, a la que nuestros altoandinos la llamaban “quispiña”.
También existe la información de la elaboración de otra bebida producto del fruto del “molle” y que en algunas excavaciones se han encontrado muestras de las pepitas trituradas del molle en algunas vasijas, tinajas o cántaros de barro.
Nosotros como habitantes del incario no fuimos los que debíamos adaptar nuestros usos y costumbres a los colonizadores, ellos también tuvieron que pasar un proceso de adaptación al nuevo mundo, se fusionó diversos aspectos de nuestras culturas para llamar un camino a la “hispanidad”, especialmente lo religioso, “La evangelización”.
El vino, como componente esencial de los mandatos y sacramentos de la iglesia católica cristiana, este mal llamado expansionismo colonial, encuentra pues en el vino, el arma forzada para sentar un fundamento ideológico (y luego económico), ahora sí como “expansionismo colonial”.
Al encontrar los españoles las tinajas nuestras y tratar de incluir las suyas, o ceñirnos a los modelos suyos, sin variar nuestras costumbres de uso, definitivamente ha tenido que existir un proceso de transformación de patrones indígenas y españoles, el mismo proceso se desarrolló para la adaptación.
Definitivamente los españoles al llegar a estas tierras  encuentran una cultura con gran desarrollo, el tema de los indios con plumas, de la ignorancia y el atraso son parte de la leyenda y ficción.
Las tinajas entonces, son el inicio y el principio de un encuentro de culturas, cuando nos referimos a las uvas tengamos en cuenta que ellas encontraron en esta zona una excelente posibilidad de ser las engreídas del campo.
Hoy con mucha propiedad ofrecemos un aguardiente que es obtenido exclusivamente por destilación de mostos frescos de “uvas pisqueras” y que son fermentados utilizando métodos que mantengan el principio tradicional de calidad establecido  en zonas de producción reconocidas, en el fondo, es una bebida alcohólica de color transparente o ligeramente ambarino, con un contenido de alcohol de 42 grados promedio.
Con agrado y tradición ofrecemos un pisco puro no aromático, que es obtenido de una sola variedad de uva pisquera no aromática, usualmente utilizamos la negra criolla o la quebranta y por que no, la mollar o la uvina.
Hay quienes se especializan en pisco puro aromático, para ello obtienen una sola variedad de uva aromática que puede ser la Italia, la moscatel, la albilla, o la torontel.
Con gran calidad se ofrece también, como homenaje al buen gusto, un pisco acholado (ya estamos considerando el nombre pisco, porque antes, mucho mas antes, sólo hablábamos del aguardiente de uva), el pisco acholado se obtiene de la destilación de mostos frescos completamente fermentados, de la mezcla de uvas pisqueras, aromáticas y/o no aromáticas o de mostos de uvas pisqueras aromáticas y/o no aromáticas.
Con frecuencia hablamos del pisco mosto verde, que es obtenido de mostos frescos de uvas pisqueras incompletamente fermentados.
Pero nos tenemos que hacer una pregunta ¿si en pleno siglo XXI ofrecemos estas variedades que son productos bandera del Perú y de Tacna en especial, que ofrecían nuestros antepasados cuando recién se trajo las primeras cepas o los primeros racimos de uvas por estas tierras?.
La respuesta es clara, en los inicios comenzamos solo con el vino, pero nadie puede hacer vino de la noche a la mañana, es todo un proceso, por lo tanto la introducción de las cepas son parte de la ignominia de la presencia del  otro continente, que primero tuvieron que adaptarse a las condiciones del indígena de esta parte, se repartieron las tierras, se utilizó el sistema de la mita, se tuvo que hacer un censo, se separó los privilegios o beneficios y se ceñían bajo ordenanzas, está claro entonces que hubo todo un proceso para introducir el vino en nuestras costumbres.
A lo primero que echaron mano, cuando estuvieron los españoles o invasores, fue a las tinajas, es allí en donde se inicia lo que a futuro se le llamó la “Industria Viticultural”, las vasijas de barro comienzan a ser utilizadas inicialmente para hacer vino y posteriormente aguardiente.
Inicialmente se utilizaron las tinajas de los “Propios” o sea de los lugareños o nativos, y como dio resultado en pocas cantidades, comenzaron a confeccionar tinajas más grandes, eran de barro, la forma como siempre de forma ovalada, con una base pequeña y cónica con un hombro mas alto y ancho, una boca de soporte redondo y grueso.
Pero el progreso, el tiempo, la especialidad, la comercialización, hicieron  que las tinajas crezcan de acuerdo a la oferta y la demanda, al proceso de exportación, se hicieron tinajas de un metro, luego de un metro cincuenta, luego de dos metros, existen restos que miden hasta dos metros setenta de profundidad.
Seguramente que la técnica de confección de las tinajas fue variando, el sistema que algunos técnicos le adjudican es el de (coiling) o sea por enrollado y (paddle and anvill),o sea paleteado.
La cantidad del contenido es desde cincuenta litros hasta un promedio de  mil setecientos litros, según el porte de la vasija o tinaja.
Pero una tinaja no es cuestión de mandarla hacer y listo, va mas allá, por ejemplo las tinajas, todas ellas, son producto de un preparado en crudo, luego secado y cosido en hornos especiales para tinajas y todo ello trae consigo una gran inversión y mano de obra especializada.
Cuando las tinajas estaban recién elaboradas en barro fresco, se aprovechaba para ponerles grabados, como por ejemplo las fecha de elaboración, algunos nombres o figuras, incluso, algunas llevan en sus hombros el tipo de vino que iría en esa tinaja “De mesa”, “Arropé”, “Italia”, nombres de algunos santos o santas o el nombre de algunas personas que elaboraban o de algún ser querido que querían que se perennise, o al final de cuentas el nombre del dueño de la bodega.
Toda inscripción debería hacerse cuando la vasija estaba fresca, antes del secado y antes de meterlas a la sala de quemado.
Estas tinajas luego eran introducidas a unos enormes hornos, que también eran producto de todo un diseño y proceso, estos gigantescos hornos tenían un promedio de seis metros de diámetro y en la base  existía físicamente una gran sala de quemado, las paredes del horno eran de acuerdo al tamaño de la tinaja, en algunos casos tenían como pared un metro y medio de grueso y cuatro metros de altura, el interior era revestido con una capa de barro fino de diez centímetro de grueso
Pero hay algo peculiar y que seguramente es lo que no ha permitido que queden vestigios de ellos, ya que para cada tinaja se construía un horno y luego cuando la tinaja estaba fría y cocida, dentro del horno, este se volvía a destruir para retirar la tinaja e iniciar un nuevo proceso de construcción o reparación del horno para la próxima tinaja.
Un oficio adicional se anexaba a la industria de confeccionar tinajas, era el problema de la zona sísmica en que vivimos los sureños del Perú.
Las tinajas se enterraban hasta los hombros de ellas mismas, de tal manera que se tenía la seguridad que la propia tierra le daba la frescura y el ambiente ideal para el proceso de elaboración (inicialmente del vino),y tal era la producción que en mas de una bodega, las tinajas eran enterradas en fila, podía ser una sola, o dos, hasta siete o más.
Cuando existían movimientos telúricos de diferentes magnitudes (un fenómeno natural muy frecuente en nuestros pagos),las tinajas se agrietaban, se rajaban o rompían; pero la sagacidad y astucia de nuestros habitantes de aquellos tiempos hicieron que surja quien o quienes puedan reparar estas tinajas “In situ” y arreglaban las rajaduras o roturas, las sellaban, les cambiaban tapas, les incluían algunos alambres o metales resistentes al contenido alcohólico, incluso ya aplicaban la brea o una especie de sellador para que la tinaja cumpla su objetivo y no pierda la gran inversión y cariño que les tenían los trabajadores y los dueños.
Parece mentira, que en estos tiempos, nosotros veamos a esas útiles tinajas de esos tiempos sirviendo de adornos en los parques, al ingreso de alguna casona antigua, tiradas en algún patio o como identificación de “se vende vino de chacra”, pocas son, o casi ninguna, podríamos afirmar, de bodegas que mantengan una tinaja en su lugar, por lo tanto, ni en las chacras, ni en las huertas, ni en los fundos, podemos apreciar  la tinaja en su verdadera función.
La verdad es que todas las empresas, dedicadas a esta actividad, no tenían horno para cocer tinajas, eran una que otra las que tenían este servicio que  brindaban a otras bodegas, por ejemplo una mayoría las compraba y las trasladaba desde Moquegua, otras de Ilabaya, otras del valle del Caplina en Tacna.
En la medida que fue pasando el tiempo algunas tinajas eran exclusivamente para almacenar el aguardiente de uva, por lo tanto, no todas eran para la elaboración del vino, recordemos que inicialmente las tinajas estaban ubicadas en un lugar del viñedo llamado sala de tinajas y es allí donde definían cuales eran para vino y cuales para aguardiente de uva.
Por lo general las salas de tinajas eran vecinas de los lagares  o depósitos para la trituración o pisas de las uvas.
Pero, no todos tenían las falcas que eran utilizadas  para destilar aguardientes, es por ello que también, así como no todos tenían hornos para cocer las tinajas, tampoco todos tenían el sistema de destilar el jugo de uva para convertirlo en aguardiente (hoy conocido como pisco).
Tener una bodega con todos los servicios significaba una gran inversión para la época por que las bases de toda la bodega eran con guijarros de río o sea piedra canto rodado (que abunda en nuestros valles), adobes en la parte de arriba que hacían las veces de muros, los techos de grandes maderos, cañas y tortas de barro para crear un ambiente de bodega, grandes salas usualmente muy largas, de catorce por ocho metros, incluso algunas de cincuenta metros por ocho, pero el tamaño promedio tenía salas de treinta o treinta y cinco metros de largo por cuatro a dieciséis metros de ancho, ahora bien, estamos comentando de la bodegas “tipo”, pero no se trataba de una sola sala, en la mayoría de la bodegas eran de dos o más salas que estaban unidas por uno de sus muros y por lo  general en paralelo.
En algunas bodegas existían canales en el piso por donde discurría el jugo de uva y se dirigía directamente a las tinajas que estaban esperando enterradas en el suelo.
El mosto o jugo de uvas corrían desde los lagares hasta su depósito tinaja  para ser almacenada e iniciar el proceso de elaboración del vino en su caso y del aguardiente cuando era motivo de la destilación en las falcas.
Recordemos entonces que las tinajas, siempre de forma ovalada, eran variables  en su tamaño, pero el diámetro en la panza o parte más ancha de la tinaja variaba entre un metro y un metro cincuenta en el interior de la boca.
Hay  quienes aseguran que para embellecer las tinajas por dentro les echaban bitartrato de potasio, que era un producto común de vinicultura, que se acumulaba  en depósitos de almacenaje un residuo cristalino, rosado y duro en las paredes interiores de algunas tinajas.
Las bocas de las tinajas eran tapadas con una piedra que de seguro era piedra caliza y para esperar el proceso y antigüedad del vino o pisco eran selladas con brea o algún otro material que permitiera que el contenido dure por mucho años.
En un tiempo determinado el aguardiente de uva o los licores destilados pasaron a ocupar un sitial importante en las exportaciones por el puerto de Arica, es por ello que se inicio un proceso de macerados, similar a la usanza o costumbres españolas y europeas, las frutas de la zona no se dejaron esperar para ello las falcas que eran muy escasas comenzaron a fabricarse en forma artesanal en diferentes bodegas con alguna plataforma pequeña con palanganas de cobre y un pequeño depósito para recibir el aguardiente, esta producción no  alcanzaba  mas que  para una pequeña temporada, se consumía en forma artesanal y doméstica y para algunos  macerados  nuestros  y de casa, no era raro en la viviendas tacneñas un damasco macerado en pisco o duraznos aromáticos de nuestros valles, uvas, ciruelas, guindas, guindones, nísperos, frutas secas que incluso muchas de ellas llegaban de importación, pero  maceradas con nuestros piscos y algún almíbar acompañado de anís, canela, cascara de naranja o clavo de olor  eran una verdadera delicia  cuando llegaba alguna visita a casa.
Y como “Del buen vino, el buen vinagre” los tacneños aprendieron a elaborar los encurtidos, que son algunas cebollas, ajos, coliflor  y cuanto vegetal podía mantenerse en vinagre para acompañar la mayoría de potajes.
Las tinajas entonces, sirvieron  para marcar  una época  que no necesariamente  era la costumbre española sino una fusión nuestra ya que en España si bien es cierto conocieron las grande tinajas pero no tenía las practica de enterrarlas  y las colocaban encima del piso con una elevada plataforma de madera construida especialmente para que puedan “Dormir”, reiterando  que en los tiempos antiguos de Roma si se han encontrado tinajas enterradas pero acudimos a una feliz coincidencia de dos culturas diferentes.

TACNA, VIÑAS Y BODEGAS.

El tomo segundo  de la Materiales para la Historia de Tacna del Dr. Cavagnaro nos ilustra  que “...el día 16 de abril de 1588 hubo una inquietud inusitada  en el tranquilo pueblo de indios  de San Pedro de Tácana. La noticia corrió rápidamente: el viejo curaca de los Tácanas  estaba muriendo. Protocolo en mano llegó a la mansión de los caciques, don Andrés de Tobar, que ejercía la función de Notario Apostólico, teniendo en su cama, ente cenefas y sobre cama de terciopelo, rodeado de familiares, sirvientes  y principales del cacicazgo  se aprestaba a dictar su última voluntad.
Manifestó llamarse Don Diego Caqui, ser curaca principal de “...este repartimiento de San Pedro de Tacna del Perú encomienda  de Don Martín Pizarro, vecino de la ciudad de Arequipa ...” ser hijo legítimo de Don Diego Cata, al parecer el cata mencionado  en la provisión que otorgó la encomienda a Pedro Pizarro y de Doña Ynés Yana, ya difuntos; ser casado con doña Ynés Estaca   y tener con ella dos hijos legítimos nombrados “...Don Diego Ara, (el ) el mayor, y Don Pedro Quea ...” y tener varios hijos naturales.
Al hacer  mención de sus bienes  señaló tener “...un barco que fue a Lima a dar  aviso al señor  virrey cuando bajo don Tomas de Candalín ( Thomas Qavendish), luterano, y llevó cierta harina”; una chalupilla fondeada en el puerto de La Quiaca; un molino de moler trigo en el mismo lugar; tierras con diversos cultivos en La Quiaca, Ampaya, Pallagua y Capanique; 16,000 cepas de viña en Tocuco, 40.000 en Pachía y 36,000 inmediatas a  aquellas; “... treinta topos de tierras río abajo, para sembrar trigo y maíz”que fueron mas tarde  parte de la hacienda Para; diversos terrenos próximos al –pueblo: una huerta junto a la heredad de Lázaro Lanchipa, seis topos para sembrar quinua,  a espaldas de la casa de Baltazar Vicente,  en la Chimba de este pueblo de Tácana y, lo que parece más importante por que precisa abolengo “...diez topos junto al río, que alindan con tierras de Ana Pilca, heredados de mis padres u abuelos”; cien ovejas en las lomas del morro de Sama  y otras tantas  en el asiento de Putina; “...una bodega  de 52 tinajas,  y además un lagar, y además usillo, y además  una tuerca. y viga y aderezo de ello”;  la “...cuadra de solar de mi casa y aposento y yo tenía antes la reducción”; un esclavo diversas acreencias de diferentes personas. También confesó tener algunas deudas. Pidió ser sepultado en la iglesia de Tácana  en un lugar  que había señalado junto a la peaña de Nuestra Señora. Ordenó misas en las iglesias de Tácana, Arequipa y Copacabana. Nombró por sus albaceas a Pedro Valencia, vecino de Arequipa y a Mechor de Acosta; los mismos que también  serían curadores de sus hijos y herederos.
La vid entonces fue un importante cultivo por que constituyó la base de la más importante industria  de los valles de Azapa, Lluta, Tacana, Locumba y Moquegua, esto es, la elaboración de vinos generosos que inicialmente  se comercializaban con el Alto Perú dejando grande utilidades.
El en valle de Locumba, e Ilabaya, incluyendo Cinto, la actividad vitivinícola se hizo tradición por las condiciones climáticas muy favorables, de las que también gozaba Moquegua.
Claro que don Antonio de Rivera trajo de Sevilla, 100 estacas de olivos, logrando una actividad que a futuro también le rendiría a estas zonas grandes ingresos, especialmente Azapa, que por las excelentes aceitunas comenzó a elaborar aceite.
De Castilla trajeron los higos, que se sumaron a otra actividad comercial que se vendía en “Petacas” y también desde Arica se comenzó a elaborar pescado salado para el comercio, que acompañado de botijas de vino eran una excelente  actividad comercial que daba trabajo a miles de personas.
Esto indica, desde el punto de vista del desarrollo, que se generó un sector económico importante y las empresas trabajaban con bancos o financieras, destacándose entre ellas el Banco Mercantil del Perú, el Banco de Londres, el Banco de México y Sud America, el Banco de Tacna, financieras de los Gildemeister y Cia., Campell y Cia., entre otras, que se constituían en capitales básicos.
Recordemos que en 1875 se presentó en el Perú una crisis monetaria que fue funesta y arrasadora, sin embargo en Tacna teníamos dinero contante y sonante y los empresarios no querían trabajar con billetes de los Bancos peruanos.
La agricultura de Tacna tenía un sustento básico que se orientaba al cultivo de vides, forrajes, algodon, productos de pan llevar para el consumo local, exportación de vinos y aguardientes y ello nos daba el respaldo económico para soportar cualquier crisis económica o financiera.
El impacto de la guerra sí mostró un evidente signo de crisis, aunque  la vitivinicultura tenía largos ciclos de comercialización, se iniciaron los primeros aprestos de depresión económica, peor aún, con la caída de nuestros ejércitos aliados  en el campo de la Alianza de 1880, la derrota al parecer junto a la invasión y ocupación también se notó en los mecanismos económicos y políticos.
La estrategia del estado Chileno era causar el mayor daño posible, destruir los medios de producción, entre ellas haciendas, bodegas y fábricas, no se podían abastecer de insumos, provocaban incendios, pedían cupos y las grandes empresas que otrora fueran eficientes comenzaron a pasar al borde la ruina.
Los valles costeros entre ellos los de Moqeugua, Locumba, Mirave, Ilabaya y Sama, asi como los valles interandinos correspondientes a Candarave y Tarata, sintieron los primeros impactos de la guerra (datos ubicados en “La bolsa” de Arequipa, 13-03-1880 ).
Por ejemplo, la hacienda Tomasiri era la mas extensa del valle, llegó a poseer 1,337 hectáreas de caña de azúcar entre Sama Grande y Poquera (datos recogidos del archivo departamental de Tacna en el Registro de Propiedad Inmueble ).
Cuando hablamos de tributos por elaboración de vinos y aguardientes, tenemos que mencionar que también se elaboraba el alcohol, quedaba ingentes ingresos para el municipio y el Fisco Nacional.

LOS VIÑEDOS DE ANTAÑO

En el año 1565 cinto fue un valle muy productivo conocido como “El primer productor de vinos y aguardientes, por lo tanto, pasa a ser el líder de la zona sur en tradición, prestigio y fama por ser los mejores logrados a base de constancia y dedicación, galardón que mantuvo como si fuera el ganador de un campeonato, durante cuatro siglos, o sea, cuatrocientos años bien puestos y bien ganados.
Ahora entendemos la presencia de la SPCC, que compra este valle maravilloso para disponer de las aguas del valle, para uso minero, en forma exclusiva y excluyente, según datos obtenidos del libro “Cinto valle maravilloso”, escrito por Luis R. Lévano V.,
ni bien llegaron los españoles, en los primeros veinte años, ya cinto contaba con nuevos cultivos, nuevos paisajes, nuevos animales y fue la base entre los valles de Azapa, Lluta, Tacana, Ilabaya, incluyendo Moquegua.
Hasta la fecha  tenemos algunas dudas, si realmente los primeros sarmientos fueron traídos de las islas canarias, por el marques Francisco de Carabantes, las que fueron plantadas en Takaraca en Ica en el año de mil quinientos cincuenta.
Inicialmente para el transporte del licor se utilizo odres, anclotes y después vinieron los barriles.
El virrey Francisco de Toledo en su visita a la villa de Arequipa, le otorgó el título de “Muy noble y leal ciudad” por decreto del 28-08-1575.
El cabildo y demás autoridades para agasajarlo y festejar tan singular acontecimiento, solicitaron a doña Catalina de Castro Vda. De Rodríguez de Huelva, los excelentes vinos producidos en su encomienda. Asimismo, fue invitado a Ilabaya para aliviar su dolencia asma, donde viajó, mejorando su enfermedad tomando un vaso de vino tinto caliente cada noche, durante algunas noches.(dice la crónica).
La presencia de ingleses en Cinto, se da, porque existe mucha agitación y cambios, prácticamente a partir de 1802 a 1805 ya se conocía la presencia de los ingleses en este valle, dentro de toda esta generación Don Mariano Adrián Ward, ex cadete de  la Real Armada Británica, con una visión muy clara de lo que eran puertos, bahías y ensenadas, desde el Callao hasta Valparaíso, adquiere la mayor parte el valle de Cinto, cambiando usos y costumbres, algunos pequeños propietarios de los pueblos cercanos, pasaron a ser mayordomos, administradores, ordenanzas o servidores de este nuevo patrón.
La nueva administración contaba con carruajes, calesas, berlinas e incluso en otros tiempos algunos cupés de dos o cuatro ruedas tirados por cabalgaduras, tecnológicamente innovó e instaló alambiques franceses de destilado continúo en Cinto y Chirona, esto ya al promediar 1870.
Todo Locumba tubo épocas de esplendor económico y siempre se usaron las antiguas falcas para destilar, por lo que, pasaron ser afamados los licores de la hacienda de Cinto, como por ejemplo la producción de ITALIA WARD, aguardiente que se exportaba a los mejores  mercados de Inglaterra y Europa.
La hacienda se administró como una verdadera empresa, era el mejor negocio de aquella época.
Esto demuestra que la agricultura de esta zona era de primer nivel, especialmente  abarcando las zonas de Tacna, Arica y Tarata.
La organización de Tacna ciudad, tomó en cuenta la presencia de esta actividad y de inmediato se suma a esta producción.
El historiador Pablo Macera en su obra “Las plantaciones Azucareras Andinas” manifiesta, que el algodón se producía en nueve principales valles del Perú (Piura, Casma, Santa, Ica, Nazca, Camaná, Tambo, Sama y Azapa),mientras toda la producción de pastos y alfalfas se producían en la haciendas serranas de Totora y Camilca en Tarata, toda esta producción abastecedora de alfalfas empleaban como fertilizantes el guano litoral de Sama e Ite, nos explicamos entonces el carácter ecológico positivo de esta producción, incluyendo la vid.
Tacna ciudad, de inmediato instaló haciendas, chacras o chacarillas que producían vinos y/o aguardientes de uva, Collana, Olanique, Para, Piedra Blanca, Pocollay, Peschay, Aimara, Silpay, Aica, Capanique, Tonchaca, Humo, eran los pagos que se registraban como contribuyentes de propietarios de bienes raíces del distrito de Tacna, por lo tanto, eran productores formales, medianos o pequeños, de vinos y/o aguardientes.
De los datos recogidos para el presente trabajo, se puede definir que Tacna junto a la vid, también fue un gran productor de caña de azúcar, algodón y olivo.
En el año 1878 ya la municipalidad de Tacna tenía ingentes ingresos por el rubro licores.
Cuando el Dr. Cavagnaro nos ilustra en sus  Materiales para la Historia de Tacna, encontramos algunos datos que son realmente testimonio del gran desarrollo  de nuestro sur peruano, el 4 de diciembre de 1578 aparece por nuestro mar en Arica el “Golden Hind”, bergantín Velero artillado, que capitaneaba el temible corsario Francisco Drake, llevándose vasos sagrados de una capilla y vinos del país, además de oro, el 7 de febrero de 1579 entró Drake nuevamente al puerto de Arica, pero en esta oportunidad halló dos navíos, de los cuales tomaron 33 barras de plata, 200 botellas de vino que ya se producían en la comarca...”.
Los pobladores de Arica, alarmados se reunieron “...a repique de campanas, y (se)pusieron en armas...Drake no se atrevió a desembarcar ...”
También nos relata acerca de otro pirata, ya que en esa época los mares se llenaban de piratas, el nombre de este era Ricardo Hawkin, y los españoles de América lo conocían como “Achines”.
El año 1539 salió de la rada de Plymouth, queriendo repetir la hazaña de su compatriota Drake, pero a bordo, embriagándose por el mucho vino que robaron de los barcos, los piratas dejaron pasar los días, mientras en Lima el virrey Urtado de Mendoza alistaba la armada para combatir a los “Infieles” del mar, la armada sarpó del Callao, y la altura de Chincha, liaron en combate...
En el año 1596, se notaba que la producción de vinos y aguardientes era producto estrella de nuestras zonas, ya que se produjo una reyerta entre hanansayas y hurinsayas por cuestiones de riegos, esto quiere decir que el problema del agua o el precio del agua era tan álgido como estos tiempos, incluso el problema del agua esta registrado en largos procesos judiciales.
El 14 de febrero de 1599, según Sebastián Lorente, se produjo la erupción  del volcán Omate o Huaynaputina, la descripción del siniestro es pavorosa, acompañado de terremoto, oscuridad, truenos, parecía que el mundo se venia abajo, incluso la mayoría pensó que era el día del juicio final, en un instante se volvió noche y no se veían unos a otros sino era con luz, el pánico se apodero de niños mujeres y varones adultos, comenzó a llover ceniza y toda la región incluyendo Tacna y Arica estuvo a oscuras cerca de un mes.
Moquegua sufrió las consecuencias de la pérdida de toda su cosecha de uva, lo que dejo paso a que Tacna ocupe el primer sitial de producción y venta durante muchos años.
Antes de la República hasta los inicios de la guerra con Chile, prácticamente  un grupo de comerciantes Ingleses manejaban el mercado del sur del Perú y fueron ellos los que iniciaron el comercio de lanas, algodón y plata que eran desarrollo de la región, don Alberto Flores Galindo explica muy bien en sus escritos acerca de la actividad mercantil entre Tacna y Arica con el noroeste boliviano, cuando hablamos del sur peruano, además de Tacna, Arica, Tarapaca e Iquique tenemos obligatoriamente que  incluir a Arequipa, Cusco y Puno y desde Puno el corredor de la Paz, Oruro y Cochabamba, por lo que, Tacna servía de plataforma de servicios o enclave interior.
El consul Británico en Arica,un señor apellidado Nugent, en el año 1871 manifestaba que la situación de Arica era totalmente diferente a la de 1826, considerando que ya se estaba imponiendo en aquel tiempo la construcción de un ferrocarril de Tacna a Boliva, por el gran impulso que habían desarrollado las actividades comerciales e industriales en la ciudad de Tacna, la cuidad creció rápidamente.
El valle de Locumba tenía una gran cantidad de propiedades agrarias y haciendas, Pampas de Ite, el mismo Ite, la Aurora (Pampa Citana), Valdivia ( Locumba), Tablón –Grande (Locumba), Conostoco (Locumba), Aranibar (Locumba), Uagarte (Cinto), Chirona (Cinto), Ara (Cinto), Vargas (Cinto), Barreal (Cinto), Chirontita (Cinto), entre otras pequeñas, fuera de otras actividades que no necesariamente eran agrícolas, muchas de ellas eran parte de un proceso de producción, por ejemplo, se exportaba  barrilla de cobre, barrillas de estaño, lana de alpaca, lana de oveja, minerales de cobalto, algodón, pieles de chinchilla, oro en polvo, platino, incluso monedas de oro y plata.
Las rutas utilizadas ( según José María Barreto), eran las de: Tacna, Calana, Pachia, la Portada, en dirección a la Paz, Oruro y Corocoro, otra de Tacna a Tarata, de igual manera el camino de Tacna a Sama por donde transitaban los vinos, aguardientes, uvas frescas de Locumba, alcohol y azúcares del ingenio de Tomasiri, y el camino de Tacna a Arica  además del ferrocarril que une ambas ciudades.
Las actividades mercantiles y agrícolas, que eran las principales de la zona, pasaron  a una articulación cuyo eje era Europa-Arica-Tacna – Noroeste Boliviano y viceversa.



LOS LAGARES DE MIS BODEGAS

Poco se conoce acerca de los depósitos para la trituración de las uvas, casualmente a ello le llaman Lagares, todas las bodegas tenían sus lagares, algunas han llegado a tener hasta nueve lagares, claro, que cuando dejaron de ser bodegas, utilizaron estos depósitos como corrales, basureros, chiqueros y en la mayoría han sido destruidos, que ya no se notan o son reconocibles.
Los Lagares estaban construidos con bloques de piedra, al parecer, la piedra cantería tan abundante y famosa no era complemento para esta actividad, pero la piedra caliza se utilizó bien cortada, bien alineada, en algunos casos en forma cuadrada y en otros rectangular.
Los lagares eran de diferentes tamaños, algunos de tres por cuatro metros, otros de cinco por seis metros y en la mayoría de bodegas tenían unos gigantes lagares de diez por diez metros, prácticamente eran una especie de piscinas repletas de jugo de uva, el paso del siguiente depósito, después de los lagares, eran dentro de las tinajas.
Gran cantidad de este jugo de uva pasaba a las falcas, para obtener el importante aguardiente o licor destilado, como habíamos mencionado anteriormente, no todas las bodegas tenían las famosas falcas, por lo tanto, tenían que trasladar el vino para producir el pisco en algunas falcas de alquiler, otras tenían falcas pequeñas que las construían a un costado de la bodega.
La mayoría de las falcas pequeñas tenían una plataforma construida de ladrillos, en forma cuadrada para el fuego, y una pequeña plataforma de cobre o paila para iniciar el hervido y destilado, a un costado, un depósito pequeño para recibir el aguardiente de uva, hoy conocido como pisco.
Algunos lagares eran construidos con calicanto y tenían entre cincuenta centímetros a un metro de profundidad, en algunos casos, cuando la bodega era medianamente grande, los lagares llegaron a tener hasta dos metros de profundidad, o más.
Los lagares inicialmente se construyeron fuera de las salas de tinajas y siempre en un nivel mas alto, para que el líquido pueda correr por los canales hacia las tinajas.
El terremoto de 1868, según Jorge Basdre, destruyó gran cantidad de vasijas y los hacendados pidieron al gobierno les proporcione créditos, así comenzaron a llegar cubos, toneles, pipas y barriles que fueron repartidos entre los hacendados de Moquegua, Locumba y Majes, el pago lo efectuarían en 20 años con 5% de amortización y 5% de intereses.
Ahora podemos encontrar la razón y quien desplazo a las queridas y hermosas tinajas de barro o vasijas, pero sí estamos seguros jugaron un papel importante digno de destacar.
Los hacendados que obtuvieron estos créditos para utilizar los “nuevos” envases o depósitos para vinos y/o licores y aguardientes, entre otros estaban: Adrián Ward, Celestino Vargas, Hirion Vargas, José Manuel Ureta, Mariano Pío Cornejo.
Queremos recordar  que la producción de vinos y aguardientes llegó en el caso de Moquegua hasta 11´000,000 (once millones de litros) en un año y el valle de Locumba  3´000,000 (tres millones de litros), aunque las fuentes chilenas aseguraban que sólo los viñedos de Locumba producían 50,150 quintales de aguardientes (Pascual Ahumada) o sea un promedio de 5´000,000 (cinco millones) de litros, de los cuales el 80% de la producción eran procesados y convertidos en aguardientes.


EL QUEHACER VITICULTURAL

Dejemos constancia que aguardiente de uva lleva la denominación de pisco no necesariamente por que es oriunda del puerto de Pisco, recordemos que antes del incario y en el mismo imperio de los Incas, pisco era la abundancia de aves en una región y que es cierto que un valle en la región de Ica lleva el nombre de Pisco y que también el puerto lleva el nombre Pisco, inicialmente se le llamó aguardiente de uva, especialmente en nuestra región del sur, la verdad es que este aguardiente de altísima calidad hoy lleva el nombre de pisco y es el producto bandera del Perú y especialmente de Tacna.
Pisco, un aguardiente blanco de las uvas que se almacenaba en cántaros llamados “Botijas” y que inicialmente, para su traslado, tenían un peso entre cincuenta a setenta kilos.
Don Ricardo Palma al probar este aguardiente de uva manifestó que: “Echar  un piscolabis es beber una copa de aguardiente de pisco, un delicioso aguardiente de uva”, esto fue en 1896 y a partir de 1903 “una copa de aguardiente, muchos la consumen como aperitivo”.
José María Barreto en 1884 ya estableció la diferencia por intermedio de una aduanilla de Sama, que al final dejaron testimonios en la administración de aduanas, que el impacto de esta producción había logrado que en Tacna tengamos 32 almacenes, 74 pulperías, 39 tiendas y 23 bodegas, todas ellas (las bodegas) con una producción constante y estacional (estos datos obran en el archivo departamental de Tacna).
En 1878, según la municipalidad de Tacna (en sus archivos y libros de socios), el rubro de ingresos por tributos era el mayor de todos, licores, especialmente de los pagos que tributaban en la municipalidad.
El 28 de julio de 1900, según consta en las actas de la Benemérita Sociedad de Artesanos de Auxilios Mutuos “El porvenir” de Tacna, el Sr. Adrián Ward, notable hombre de negocios y dueño de la vinícola de Cinto, fue nombrado socio honorario de la sociedad por haber dado un valioso aporte al comercio, industria y cultura de Tacna.
La guerra de 1879 marcó una gran caída y por que no, el comienzo de la crisis en la elaboración de vinos y aguardientes, peor aún, cuando casi todas las bodegas en Tacna tenían construcciones adicionales para que puedan vivir familias enteras como empleados de las bodegas, existían otros ambientes construidos en las zonas aledañas o dentro de las mismas bodegas para guardar los equipos y aparejos que se utilizaban en esta industria, aparte, corrales, depósitos, bebederos, forrajes para la gran cantidad de animales al servicio exclusivo de las bodegas, también habitaban en las bodegas quienes tenían esclavos a su servicio.
Recordemos la gran cantidad de personal que se necesitaba por cada uno de estos establecimientos, en el campo para el sembrío, cuidado, mantenimiento, podas, cosechas y traslado de las uvas a los depósitos correspondientes, en las  bodegas se requería de gran cantidad de personal para la pisa de la uva, selección del tipo de uva, traslapes, fermentación, depósito en tinajas o toneles, aparte del trabajo de la construcción de los hornos, la confección de tinajas, reparado de las mismas, reconstrucción de los hornos, que era un trabajo, cada que se secaba una tinaja para poner otra.
Posteriormente cuando se cambió por toneles el trabajo era igual, con mayor  razón cuando se tenía que depositar en las damajuanas y posteriormente embotellados, todo este trabajo se hacia a mano.
A estas alturas del camino es difícil reconocer a las bodegas por sus nombres, peor aun, ubicar fundos, huertas o chacras.
Quienes tenían falcas, debían tener un trabajo adicional para elaborar aguardiente de uva para su propia empresa y para quienes solicitaban el servicio de alquiler para elaborar su aguardiente.
No todas las bodegas tenían tornillos grandes de madera o metal que sirvan de prensa y trituración de la uva, por lo que allí también se ubicaba un nuevo servicio.
Aparte está el trabajo de construcción con adobes, techos altos, grandes patios, corrales, salas, habitaciones, sala de tinajas, entre otros que requería de personal especializado.
El mosto o jugo de uvas generaban gran cantidad de mano de obra y grandes ingresos para el desarrollo  de nuestro pueblo.


ACTIVIDAD VINATERA.

El primer productor de vinos fue  el valle productivo conocido como Cinto, ello antes de 1565 y el proceso del aguardiente o los aguardientes datan de 1605 aproximadamente en esta región sur, a 1605 estamos poniendo un supuesto  prestigio, fama y tradición, por lo tanto  pensamos que antes de 1605  ya existía la producción  y para llegar a nivel de exportación debió haber `pasado algunas décadas, por lo tanto  creemos  que materia de estudio  y a lo mejor podríamos estar confirmando que Tacna fue el primer exportador que hizo conocer el aguardiente de uva  en las mejoras mesas del mundo.
Antes de que llegue la uva y se produzca  una actividad vinatera, ya teníamos  un producto bandera que comercializábamos no sabemos  hasta qué confines, pero nos referimos al ají y a una zona que era  estratégica por que allí se explotaba  la Sal Gema de Puite y Cinto era un tambo obligado de un camino que unía Tarapaca, Tacana, Sama, Ilabaya  y mas al sur del Perú, y al norte Moquegua, Omate,Arequipa, Urcos y Cusco.
Cuando se funda la villa hermosa de Arequipa el 15 de agosto de 1540 estuvo presente don Pedro Pizarro primo de Francisco Pizarro y padre de Martín quién sucedió en la encomienda de Tacna, que tienen que ver con los afortunados  encomenderos de Tacna, Ilo, Arica e Ilabaya.
Los señores  Ward traen  de Chincha alta a las localidades de Cinto y Chirona (1872), a don José Lévano  experto  en Enólogo  y Evanista, tonelero de oficio para implementar  y complementar las bodegas con  anclotes, barriles,pipas, cuarterolas, cubas, fermentadoras,zarandas, cubos,y demás implementos para mejorar el proceso de producción de vinos y aguardiente de uva (pisco), logrando el liderazgo en toda la zona sur  del País.
Posteriormente en 1885 don José Lévano  asume la mayordomía de las propiedades de la familia Ward, en 1895 alquila las propiedades e instalaciones  manteniendo  la misma calidad  y prestigio.
En 1903 Abelino T. Adquiere las propiedades de los señores Ward llamándola  “Soc. Vitivinícola  Cinto”.
Hay quienes (como el caso de Sr. Luis R. Levano V.) sostienen que en el segundo viaje de Cristóbal Colon introdujo las primeras variedades de vid en la Antillas.
En nuestra querida Tacna y para sorpresa de muchos  que desconocen el tema, la variedad de uvas es sorpprendente, obtener borgoña, oporto o burdeos sencillamente  estamos hablando de uvas rosadas, moradas,quebranta, mollar, además de las uvas de mesa, la moscatel, tokay (Ungria), málaga, cardinal,italia.
En Tacna,(por supuesto en toda la región donde se elaboraba vinos y aguardientes), se hablaba de la uva Alarije (roja), Alborazada(jaspeada), Albilla (blanca aromática), Bodocal (negra de racimos alargados y granos grandes), Siguete (blanca de hollejo tierno y delgado), Heben (blanca aromatica), Herrial (negra), Jaen (blanca), Lairen (para pasas), Moscatel (blanca o morada dulce), Palomina (negra), Royal (roja), Tinta(de sumo negro para dar color a los mostos), Torrontés (blanca),Tortezón (negra para vinos).
El proceso para la elaboración o fabricación del vino pasa  por operaciones que son comunes  entre los del ramo.
La vendimia (recolección de la uva), el cortado (con tijeras o navajas), en traslado (canastas o cestos), el tradicional pisado de la uva (con los pies desnudos), la fermentación (de 04 a 20 días).